Innovación: cuando los sueños no se negocian
Un concepto diferente, así como una dosis de paciencia y perseverancia, son los ingredientes principales para materializar un gran proyecto de innovación. Caso Biohotel Organic Suites.
En un mundo cambiante y congestionado por ofertas y demandas, las definiciones acertadas y su posterior coherencia en ejecución son las que logran poner a un jugador en un punto evidente de superioridad.
Sin embargo, hay algo más que se debe tener en cuenta para lograr el éxito: el proceso se debe soportar en la persistencia y paciencia, puesto que no siempre los resultados se dan en el tiempo ni con las condiciones deseadas. Y es ahí cuando se pone a prueba no solo la coherencia en la acción, sino también la firmeza para no ceder ante la ‘tentación’ de seguir por caminos facilistas, no necesariamente son efectivos, y para no serle infiel a las propias ideas, a los sueños que esperan verse materializados.
Esto es lo que identificamos en el caso del Biohotel Organic Suites, de Bogotá, considerado el primer hotel biosostenible del país. Su gestor, Samuel Huertas, un contador público adelantado en el tiempo y un emprendedor nato, empezó a trabajar en la idea desde el 2009, año en que no solo se hizo ciudadano estadounidense después de muchos años de trabajo en dicho país, sino que conoció un hotel en Barcelona (España), cerca a La Sagrada Familia, que le hizo soñar con diseñar y construir su propio hotel para su retiro. Nada podía ser más inspirador para Samuel que pensar en rentabilidad y diversión, justo lo que vio en ese lugar atendido por una pareja de esposos ya jubilados, y cuyas noches transcurrían entre conversaciones multiculturales y guitarras.
Pero esa idea no llegó sola. Años atrás, Samuel había desarrollado un gusto particular por el tema del ahorro de agua y energía, a raíz del racionamiento de energía de 1992 (el famoso ‘apagón’). Resulta que en uno de sus viajes detectó como solución energética los paneles solares y decidió traer 23 de ellos a su empresa, uno para cada empleado de Huertas & Huertas, evitando así que la situación afectara las labores de su compañía.
Desde ese momento, y por afición, empezó a participar en ferias de energía solar, de reciclaje y de agua, por lo cual no es extraño que el Biohotel cuente con claros procesos de sostenibilidad que, a su vez, generan importantes ahorros en la operación. Allí se realiza recolección de aguas grises, las cuales se purifican y van para el riego, y recolección de aguas lluvia, que al ser tratadas se emplean para los baños. Así mismo, cuenta con paneles solares, mesas elaboradas en cartón reciclado, sillas fabricadas con madera orgánica, lencería y tapetes elaborados con tejidos orgánicos, y tuberías en polipropileno y no en PVC, entre otros tantos detalles que convierten una estadía en toda una experiencia saludable y sensorial. En cuanto a la alimentación, las ensaladas y aguas aromáticas son preparadas con los cultivos de la misma huerta del hotel, que está expuesta al público en un formato de gran diseño.
Por lo anterior, no es difícil entender que este sea el primer hotel en Colombia certificado con LEED en categoría Gold. LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) es un sistema de certificación de edificios sostenibles, desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos (US Green Building Council).
Entonces, el Biohotel es un modelo de negocio que no solo genera importantes ahorros y preserva el desarrollo de la naturaleza, sino que beneficia a los clientes por sus tarifas competitivas.
Desde luego, como todo gran emprendimiento, este se encontró con varios obstáculos en su camino. Sin embargo, Samuel nunca desistió. En parte porque su formación como contador le hacía prever buenas cifras a futuro, pero sobre todo porque su meta era que cada detalle fuera perfecto y no sacrificar su sueño. Si bien tardó más de lo presupuestado en concluir la obra de siete pisos y 72 habitaciones y tuvo que hacer inversiones adicionales, cada vez que Samuel veía que algo se podía hacer mejor, como la terraza, le apostaba a eso, a pesar de tener inversionistas detrás esperando resultados.
Por fortuna, se encontró con personas que confiaron en su proyecto, como Juan Jaime Florez, reconocido hombre del sector hotelero en Colombia y Centroamérica, quien ahora está a cargo de la operación del hotel a través de su empresa Sutainable Hotels Group - SHG. Esta dupla refleja que los proyectos pioneros solo se logran con visión de largo plazo y exigen modelos de relacionamiento que concilien intereses de los diferentes actores.
Por otro lado, las dinámicas empresariales innovadoras exigen un perfil de inversionista también con visión de largo plazo, alejado del capitalismo tradicional, que enfoca su interés en rendimientos y beneficios inmediatos. Es importante evolucionar y entender que implementar iniciativas que conllevan una alta inversión, como las ambientalmente sostenibles, no riñen con lograr beneficios económicos; tal vez los periodos de retorno no sean los tradicionales, pero sí seguros.
El caso Biohotel es un claro ejemplo de que se puede innovar y tener conciliados intereses de inversionistas conscientes, proveedores con tecnologías limpias, clientes atraídos por un ambiente agradable y una alimentación sana, y un mercado impactado por una mano amiga y sensible.
Escrita por Germán A. Mejía A., Director General de bmLab Latam. Publicada en el diario Portafolio el 16 de junio de 2015. Sección Estudio de Caso.